miércoles, 5 de diciembre de 2012

Otoño en Nueva York



Querido Diario ¿Qué tal va todo? Yo muy ocupada. Ya apenas tengo tiempo de contarte cosas y es que cuando decides ir a clases de inglés, la vida te cambia… sabes? Para empezar necesitas toda la mañana para tus clases y luego hay que hacer deberes. Estudiar lo aprendido en clase es importante también. Y a eso puedes sumarle todas las anteriores tareas diarias que tenía antes. Sí, amigo, esa nueva estudiante de inglés soy yo. Considero que desde que voy a clases la vida me está cambiando considerablemente porque ahora las cosas son quizás un poco más fáciles y me resulta más rápido integrarme en cualquier sitio. Otra cosa importante es conocer a compañeros que aprenden inglés y que no hablan tu idioma porque de la única forma que puedes comunicarte con ellos es en inglés.
Pues como te iba comentando, es Otoño en Nueva York. Me lo dice Central Park cuando me voy a pasear por allí. Es cierto como ocurre en las películas. El suelo se cubre con una alfombra marrón, amarillenta, verdosa, mostaza, rojiza… Un montón de colores todos en la misma gama cromática que solo significan Otoño.  Cuando paseas y una lluvia de hojas secas te va bañando es una sensación especial. Luego pisas la hojarasca y te gusta el crujir. A veces si tienes suerte puedes ver un mapache. Ahora parece que hay más.
De todas formas el tiempo está un poco loco. A principios de mes cayó una nevada importante. En solo un día las calles se cubrieron de un manto blanco, nieve cuajada con varios centímetros, todos los coches totalmente vestidos de blanco y hasta muñecos de nieve por las calles. Un espectáculo Querido Diario, pero ¿Qué no es un espectáculo en esta ciudad? Cualquier cosa puede llegar a convertirse en algo especial. Después de la nevada las temperaturas subieron, bajaron, subieron, bajaron y subieron… Y volverán a bajar más allá de los bajo cero y nevará más aún, o no, ¿quién sabe? El tiempo está muy loco.
Por cierto, la Navidad no había llegado oficialmente a principios de mes, la ciudad no estaba decorada y ya entrabas en cualquier tienda y tenías de hilo musical a Mariah Carey cantando el “All I want for Christmas is you……” A mí que no me entusiasma mucho la Navidad, tengo que decirlo, aquí voy a tener que jugar a que sí. Total no puede ser tan malo, lo mismo hasta me acaba gustando…
Querido Diario, ¿Sabes algo que me pone de buen humor por las mañanas? Mi doorman. Ese hombre cuyo trabajo es abrirte la puerta cada vez que sales o entras al edificio. Ese hombre latino cuyo trabajo es ser amable y preguntarte siempre cómo te encuentras. Ese hombre tiene un nombre que no te lo voy a decir, pero lo que sí te voy a decir es que cada vez que lo veo pienso que su trabajo consiste en ser feliz, o “parecer” feliz absolutamente siempre. Nadie sabe cómo es la vida privada de ese señor. Yo siempre me pregunto: ¿Tendrá hijos? ¿Será un hombre feliz en su vida privada? ¿Tendrá algún problema? ¿Vivirá su madre? ¿Tendrá familiares lejos? ¿los echará de menos? No sé nada de él ni lo sabré, tan sólo sé que siempre está sonriendo, porque su trabajo es sonreírle a los demás y ya de paso a la vida. Y sea lo que sea, en cierto modo también me ayuda a sonreir a mí. Si un día me levanto de capa caída solo tengo que salir del edificio y cruzarme con él para pensar que si él puede sonreír cada día, Yo también puedo hacerlo en este precioso Otoño en Nueva York.
Buenas noches….

1 comentario:

  1. Esas personas q cada día te recuerdan lo importante q es Ser feliz deberían tener un sueldo muy grande. Siempre he creído q en el mundo hay personas q te hacen la vida feliz y fácil y otras q te la complican y te la hacen desgraciada. Se trata de ser selectivo.

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